6.6.10

Conversaciones con Luis Franco
Carlos Penelas

CP.- Ahora que dice esto recuerdo la impresión, la sensación profunda que me causó aquello del pato y el ganso caseros que han perdido el uso de sus alas, y cuando sus hermanos salvajes les gritan desde el cielo ellos sólo pueden responder corriendo y aleteando sin poder alzar el vuelo. Sus alas ya son muñones... Creo que usted ahí ha elevado un símbolo perfecto de muchas cosas.
LF.- Sí, sí, qué advertencia para el hombre. En Nuestro padre el árbol insisto sobre el arte del vuelo vivo inventado un día por las aves. Déjeme que le lea el párrafo pertinente: "El pájaro despertó al hombre de su casi letargo y le insufló un sueño nuevo. El es el viento en persona tomando forma corpórea para proponer una nueva dimensión al álamo y demás gigantes de la familia para expresar una delicia más augusta del ser".
"Con la perfección aerodinámica de su forma y su envión de proyectil, el ave se burla de la manzana de Newton, digo de la gravitación universal. ¿Qué el árbol y la llama también tienden a lo alto? Sí, pero ninguno se desprende de la tierra. El vuelo es la materia alzándose por encima de sí misma. Se me dirá que el hombre ha puesto sus talones sobre la luna. Sí, pero lo que vuela por él es un tubo neumático en que va encarcelado. La del pájaro es la libertad con alas, la cosa grande si la hay sobre la tierra".

Conversaciones con Luis Franco
Carlos Penelas
(Ed. Fransisco Coubert y Ediciones de Poesía) / (Buenos Aires, 1978)

1 comentario:

Farolito Circense dijo...

algunos/as se tomaron esto muy literalmente y comenzaron a "ponerse las plumas" pero no logran desprenderse mucho del suelo, ni de calle corrientes.

Pero hay quienes logran verse a si mismos, y sabiendo lo que son, lo que somos, encuentran su manera de volar, de despegarse del piso con sus tres capas y ahora son personas-aves que inspiran el sueño a otros y entusiasman, y brillan. y son tan lindas personas-aves...

huele a sahumerio de madera

vos

:)