16.8.09

CANCIÓN DE LA QUE REGALA EL MUNDO AL NIÑO
LF


Ya despierta el dueño mío
y el dueño del sol también,
y del rocío de las hierbas
que en su sonrisa vuelvo a ver.

Alegría del benteveo,
porque es claro que bien te ve,
y del zorzal, porque algún día
te enseñará a silbar como él.

La rama agacha su columpio
para el pensil del va y ven
y quiere alzarte en su hombro el árbol,
San Cristobalón montés.

El blancor del día se hace ángel
y llega en puntas de pie:
viene a ofrecerte de juguete
el mundo-coco, el mundo-nuez.

Hasta la víbora del cerro
(el amor da siempre bien,
y cada uno lo que puede),
te mandará su cascabel.

Si fuera manca, con mis dientes
te mecería mal o bien,
y ciega, es claro que un lucero
me alumbraría de una vez.

Que a todo riesgo escapes siempres
como la mar a toda red,
y que la lluvia y el relámpago
se paren por verte crecer.

Y aquí está el sueño de tres noches:
que tú, enanito, fuiste quien
quitó las botas al gigante
y ya su fuerza tuya fue.

Mas tu bondad era lo fuerte
y más que el sol y que la miel.
Las bendiciones te seguían
como jamás a papa o rey.


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menosiempreesmas.
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