19.11.05

Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese, que se yo!, viste?, salís de tu casa, por Arenales, como siempre, en la calle y en mí; cuando de repente, de atrás de ese árbol, se aparece él...
mezcla rara de penúltimo linyera y de primer polizonte en el viaje a Venus: medio melón en la cabeza, dos medias suelas clavadas en los pies y una banderita de taxi libre levantada en cada mano, ja ja ja!. Pero sólo yo lo veo, los maniquíes le guiñan, los semáforos le darán tres luces celestes, y las naranjas del frutero de la esquina, le tiran azares...
y así medio volando y medio bailando, se saca el melón, me regala una banderita y me dice...